Esta tarde se me fue la imaginación a lugares más cálidos que mi realidad actual.
Por alguna razón estaba a tu lado recostada sobre tu pecho en un sofá que no existe mientras hablábamos de nuestro día. Tú me contabas y yo susurraba. Tu mano paseaba por mi pelo relajándome y llevándome a un sopor del que sólo me podía sacar tus caricias, tus dedos presos del deseo.
Sin fuerzas apenas para moverme fuiste tu quien lo hiciste para acomodarte y quedarte más cerca de mí .Tus pechos se insinuaban sin querer ante mis ojos que luchaban por abrirse.
No había Tv, no había gente ni bar , estábamos solas. No había reloj ni cuco, no había llamadas, ni móviles ni fijos. No había números que marcar, ninguna voz gritaba. El silencio llamaba nuestras voces mientras me acunaba tu respiración y nos acompañaba una luz tenue de un salón que también me inventé.
Imaginé entonces que me quedaba dormida así, en esa postura tan cómoda mientras tu calor me abrigaba, me envolvía. Así pasé hoy mis once horas de trabajo a un grado de temperatura.
Ahora me queda irme a la cama y quizás sueñe que imagine eso y más. Restan 6 horas para ello, aunque es verdad que siempre me queda la imaginación sino llega ese sueño.
Sigue imaginando cosas tan bellas y dulces, guardiana, seguro que se harán realidad.
ResponderEliminarGracias, de nuevo, por compartir algo tan intimo y personal como la imaginación.
Un beso,
Bueno, imagino pero también quiero vivirlo no??? Gracias por pasarte de nuevo por el Faro.Un abrazo
ResponderEliminarSeguro que lo vas a vivir, de eso no hay duda. Esos momentos y otros mucho, mucho mejores.Besos
ResponderEliminarNo tengo ninguna duda sobre ello, más que nada, porque lo deseo. Que tengas un buen día Belisker
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