"Posiblemente este hombre es absurdo. Sin embargo es menos absurdo que el rey, que el vanidoso, que el hombre de negocios y que el bebedor. Al menos, su trabajo tiene un sentido. Cuando enciende su farol, es como si hiciera nacer una estrella más, o una flor. Cuando apaga su farol, se duermen la flor o la estrella. Es una ocupación muy linda. Es verdaderamente útil porque es linda."
Antoine de Saint-Exupéry
jueves, 17 de junio de 2010
Regresando
Hoy regreso al Faro con las manos en los bolsillos que no tiene mi vaquero, con la cabeza mirando al frente y dando patadas a las pequeñas piedras que hay en la playa. Voy a tientas buscándolas y cuando las encuentro las lanzo allá lejos moviendo el cuerpo entero.
Esta noche me retiro con palabras sin pronunciar y con otras desparramadas entre tus besos torpemente, con la sensación que algo faltó y con las ganas de tener un poco más, sólo una pizca más.
No me preguntes que es lo que no tuve cuando me diste todo, melancólica que se pone una cuando no tiene bolsillos propios ni ajenos dónde meter lo que deseo. La noche a veces te traiciona y te hace añorar lo que nunca has tenido pero no por ello dejas de anhelar.
Puede ser que esta noche al volver la playa se haya hecho un poco más larga o quizás, lo más seguro, estoy andando más despacio, más torpemente mientras me imagino que llegas un poquito antes que atraque en la puerta de mi Faro.
No es que sea amplia la playa, no más que anoche de verdad, te lo aseguro, es simplemente que en este momento se ha llenado de ganas, más hagas de lo normal, ganas de que la cruces a mi lado. Shissss…
Sí, hoy regreso sin bolsillos porque creo que no los necesito, esta noche vuelvo a casa mirando el cielo claro, ya sin nubes, haciendo que despido de mi playa esos guijarros que la adornan aunque sólo los cambio de sitio.
Hoy la playa parece más amplia, hoy aparenta el camino más espacioso y aún así, no dejo de caminar. Eso sí, esta noche aprovecharé que la senda parece, sólo parece, un poco más larga para abrir mis brazos ya que carezco de bolsillos y bailar, bailar como si nadie me viera, aprovechar el momento, la noche en calma, la arena de la playa.
Esta sensación que produce tu ausencia la voy a exprimir recorriendo cada rincón de la orilla con mis brazos extendidos en la noche abrazando el aire que respiro, saboreando la sal de mis labios mientras canto a pleno pulmón esa canción que nadie sabe mejor que yo.
Esta noche acabaré sobre la arena exhausta mientras me río mirando una luna que imagino, mientras cuento las veces que se unen estrellas y olas. Esta noche te añoro pero no por ello es más largo el camino a mi Faro.
Alzo la vista y lo encuentro en el mismo lugar que ayer, esta noche su luz es más fuerte y segura. Esta noche también te espero.
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Mmmmmm, precioso, precioso, precioso... para este no tengo palabras, solamente te he imaginado descalza por la arena y me huele a mar! qué bonito, a la luz de un Faro en la luna de Valéncia!... enamorada??? tal vez, quizás!
ResponderEliminarUn abrazo desde mi montaña.
Me gusta mucho como y lo que escribes, te he descubierto hace muy poquito
ResponderEliminarHola, te he descubierto hace muy poquito y decirte que me gusta mucho como escribes.
ResponderEliminarMuchas gracias por la visita al Faro y por las palabras que dejáis aquí... son gotitas de luz que añádis
ResponderEliminarGuardiana, como siempre, visitar tu faro es un oasis dentro del desierto árido y duro del día a día.
ResponderEliminarMe has llenado el alma y el corazón de bellas palabras, de sonrisas y de bailes a la luz de la luna.
Gracias.