No sé gritar, no se me da bien y no me gusta hacerlo.
Confieso que algunas veces me ha salido algún grito pero me he sentido tan mal después, que hace tiempo decidí no aprender a hacer algo que considero inútil.
Cuando se vocifera se pierde la cordura, desagrada, se suele insultar, se pierde el control, se hace daño.
Me desagradan esas palabras que te lanzan envueltas en amistad y que traen como regalo sorpresa un fino bisturí con receta incluida de cómo usarse. Lástima que la medicina no sea lo mío y no sepa utilizarlo. Lo devuelvo sin acuse de recibo, sinceramente me es indiferente si lo recibe el remitente.
Huyo de las huecas, las sin sentido, las frías, las pensadas y calculadas con cartabón para que lleguen directamente al lugar dónde saben que hieren. Ya se sabe que las matemáticas no son mi fuerte y con un golpe de compás regresan a su origen.
En cambio, me gusta el sonido de las palabras calladas, aquellas que se quedan entre miradas, esas que se ofrecen con las manos abiertas, las que me acarician en un abrazo sentido. Esas mismas que con voz calmada y serena me llevan a otros lugares, me llenan o simplemente, hacen que las mías salgan de la misma manera.
Me agradan las palabras que se regalan sin esperar nada a cambio, las que no tienen doble sentido, las sinceras, las que se dicen con cariño, con amor y que hacen que sean aún más hermosas. Las claras y limpias, como las tuyas.
Por ello, este Faro desprende en forma de luz términos de ese calibre, estos vocablos que casi se convierten en susurros sabiendo que llegarán a su destino, allá donde estés y a pesar de las múltiples tormentas que de vez en cuando lo azotan.
Cosas de vivir en un Faro.
Confieso que algunas veces me ha salido algún grito pero me he sentido tan mal después, que hace tiempo decidí no aprender a hacer algo que considero inútil.
Cuando se vocifera se pierde la cordura, desagrada, se suele insultar, se pierde el control, se hace daño.
Me desagradan esas palabras que te lanzan envueltas en amistad y que traen como regalo sorpresa un fino bisturí con receta incluida de cómo usarse. Lástima que la medicina no sea lo mío y no sepa utilizarlo. Lo devuelvo sin acuse de recibo, sinceramente me es indiferente si lo recibe el remitente.
Huyo de las huecas, las sin sentido, las frías, las pensadas y calculadas con cartabón para que lleguen directamente al lugar dónde saben que hieren. Ya se sabe que las matemáticas no son mi fuerte y con un golpe de compás regresan a su origen.
En cambio, me gusta el sonido de las palabras calladas, aquellas que se quedan entre miradas, esas que se ofrecen con las manos abiertas, las que me acarician en un abrazo sentido. Esas mismas que con voz calmada y serena me llevan a otros lugares, me llenan o simplemente, hacen que las mías salgan de la misma manera.
Me agradan las palabras que se regalan sin esperar nada a cambio, las que no tienen doble sentido, las sinceras, las que se dicen con cariño, con amor y que hacen que sean aún más hermosas. Las claras y limpias, como las tuyas.
Por ello, este Faro desprende en forma de luz términos de ese calibre, estos vocablos que casi se convierten en susurros sabiendo que llegarán a su destino, allá donde estés y a pesar de las múltiples tormentas que de vez en cuando lo azotan.
Cosas de vivir en un Faro.
Tienes toda la razón,lastima que yo lo haya aprendido tan tarde...
ResponderEliminarCUANTA RAZON LLEVAS GUARDIANA LOS GRITOS CUESTAN DE DECIR LOS CHILLIDOS SON MAS FACILES PERO ALGUNAS VECES LAS CAUSAS PERDIDAS EN CONSTUMBRES IMPROPIAS SON LAS QUE ALGUNAS VECES HACEN QUE UNOS SEAN POPULARES Y OTROS SIMPLEMENTE UNOS PARIAS PERO BUENO GRITAR ES LO QUE QUEDA UN BESO Y GRACIAS POR TUS GRITOS
ResponderEliminarVirginia, nunca es tarde para aprender, mi enhorabuena por haberlo hecho.
ResponderEliminarHawai, te he buscado en el día de hoy sin encontrarte. De paria nada, seguiré con mis susurros a tu lado, si me lo permites claro.
Gracias y besos a los dos
guardiana por cierto mi direccion personal es
ResponderEliminarhttp://hawai05.blogspot.com/
o si no buscame en google un beso
Enviado mensaje al infierno, no es un mal lugar para quedarse. Espero envies noticias al Faro
ResponderEliminarmuy buena reflexión, aveces vale mas susurrar y que se te entienda, que no gritar y que se te mal interprete .
ResponderEliminarun saludo
eres la que me ha enseñado en el dia de hoy .es la verdad ,hay que ser faro siempre
ResponderEliminarA mí me gusta especialmente la palabra inefable, esto es "que no se puede explicar con palabras". Un saludo a tod@s y enhorabuena de nuevo guardiana
ResponderEliminarQue razón tienes, Guardiana, y qué agradable sería que todos hiciésemos un esfuerzo consciente por levantar menos la voz, hablar más bajo y, sobre todo, aprender a escuchar.
ResponderEliminarTe invito a que visites mi blog si te apetece:
http://www.atasteofmustard.blogspot.com/
Un saludo cordial
Mean Mr Mustard
Muy bonito lo que escribes, pero tengo que reconocer que tb es divertido soltar un poco de mierda , Besos
ResponderEliminarte dejo un detalle en mi blog , si te gusta puedes pasar a recojerlo.
ResponderEliminarsaludos !!!
Gritos o susurros desde un faro... importante exteriorizar tristeza o enfado...
ResponderEliminarBesos Guardiana >:)