"Posiblemente este hombre es absurdo. Sin embargo es menos absurdo que el rey, que el vanidoso, que el hombre de negocios y que el bebedor. Al menos, su trabajo tiene un sentido. Cuando enciende su farol, es como si hiciera nacer una estrella más, o una flor. Cuando apaga su farol, se duermen la flor o la estrella. Es una ocupación muy linda. Es verdaderamente útil porque es linda."
Antoine de Saint-Exupéry


jueves, 24 de febrero de 2011

Motín en mi habitación





Este mediodía al ir a la habitación a dormir mi siesta me encontré un autentico motín en mi lecho.

La contramaestre almohada estaba encima de la cama con un sable en la mano derecha, un parche en el ojo izquierdo y el loro de la vecina de arriba sobre el hombro con un cartel que decía Manolo Forever.

Detrás de ella la sábana bajera me miraba fieramente mientras gruñía al lado de un enorme cañón, que no tengo ni idea de donde salió porque juro que cuando salí esta mañana no estaba. Amenazaba con encender la mecha. No me lo podía creer.

Aprovechando mi desconcierto la sábana de arriba y el edredón se situaron a mi espalda mientras ponían sendas pistolas apuntando mi sien (lo sentí, que no lo vi porque ni se me ocurrió moverme). Un calcetín se sumó a la revuelta y se metió en mi boca gritando venganza mientras su siniestra risa me helaba la sangre. Malditos grumetes.

Entonces habló la traidora ( ya no recordaba las noches que la abrazaba en mi camarote?) para decirme que ya no aguantaban más .Estaban hartos de mis últimas noches en la cama. Relató con detalle las batallas campales que tenía con ambas sabanas de tanto moverme, la almohada judas se quejó que la abrazaba demasiado fuerte, que se ahogaba y que esos abrazos y besos no le pertenecían, no los quería.Me exigió que me los llevara y entregara a quien corresponde. Reclamó su espacio.

El edredón apretó esa pistolita aún más en mi sien para decirme que se negaba a pasar las noches en el suelo, que su sitio era encima de mi cuerpo. Empecé a temblar porque no tenía ni idea de las reivindicaciones del loro Manolo y temí que el colchón desertara.

Ay Dios, hay polizones en mi armario y también se levantarán en armas? Tanto te había buscado estas noches? No era consciente de cómo mis deseos te pretendían hasta ese momento.

Solté un suspiro largo, profundo y cerré los ojos deseando que estuvieras aquí para sacarme como en las películas de piratas en blanco y negro. Tu luchando con la maldita almohada y el loro Manolo revoloteando en la cubierta de nuestro barco deseado. Obvio que ganabas tú y luego me cogías por la cintura para besarme mientras salía el cartel en letras góticas : The End

No tuve más remedio que rendirme cuando el loro Manolo comenzó a mover sus alas mientras despotricaba por el pico que quería ir a su casa y me tiró una pluma verde con tu nombre. Se pegó a mi piel y aún sigue aquí.

La ingrata contramaestre me entregó un papiro con sus peticiones mientras me miraba retadora:

1. Te tranquilizas y traes aquí a tu anhelo y se acabaron tantas vueltas buscando.
2. Te vas a su cama y nos dejas tranquilos durante unas noches.


Sigo en al misma posición pensando. Me ahoga el calcetín, el loro Manolo se está poniendo nervioso y la sábana bajera acerca el fuego a la mecha. Oigo un tic-tac y me caen gotas de su sudor por la frente .Dime, qué hacemos?

domingo, 20 de febrero de 2011

Desasosiego





Llevo todo el domingo con el desasosiego metido en el cuerpo. Comenzó esta mañana cuando camino del trabajo se complicó por la niebla que me desagrada una barbaridad para seguir las veces que bajé a fumar y una enorme grúa se empeñaba en subir al tejado del edificio enormes bloques de no sé qué por encima de mi cabeza y yo moviéndome como anguila en el agua.

La jornada ha estado repleta de momentos en los que quería escapar por un agujerito que no existía por el ambiente que se creó y el regresó a casa fue una cuenta atrás porque mi coche, Benito José Manuel, se estaba calentando.

Como el día ya estaba predispuesto y yo, he de decirlo, también, no encontré aparcamiento y lo dejé en doble fila mientras comía como los pavos (nunca he visto comer un pavo, pero se dice) pendiente que pitara algún vehiculo que quisiera salir. A los 5 minutos y con la pasta en las orejas bajé para buscar de nuevo.Tuve suerte.

La desazón continuó y no pude conciliar el sueño en mi descanso de la tarde, A la media hora estaba con los ojos abiertos como platos (nunca he visto un plato con ojos ) y decidí levantarme cuando ya no tuve sábana que enredar.

Directa me fui al sofá del salón y tomé el mando a distancia en propiedad a pesar de las protestas de mi madre (para un día que me pongo a ello). Pasé por los casi 400 canales y me quedé en varios: un de cocina, como se fabrican escopetas de caza, documental de universo, la historia de la humanidad y otro sobre los espías de Franco. Total, que no vi nada y ellos tampoco me vieron a mí.

Llamada de telefono y 10 minutos de tranquilidad, sosiego y tirada encima de la cama revuelta hablando. (Gracias).Luego pasé de nuevo por los 400 canales y pico varias veces hasta que mi padre me pegó un bocinazo y decidí parar porque no encontraba sitio donde ponerme.

Cocina y mi madre preguntando que pasa que parece que tengo el azogue (esa palabra siempre me ha dado respeto, la verdad). Me hago un cigarrillo, me pongo una cerveza, me meto en la terraza y preparo la ropa para mañana, Recojo la habitación , otra calada al cigarrillo, sorbo a la cerveza. Tiempo record que he tardado en todo esto: 5 minutos.
Estoy en el libro Guiness .Intranquila, cansada, comezón, yo qué sé lo que tengo.

No encontré lugar hoy por lo que decido irme a la cama. Mañana lo pensaré decía Escarlata, no voy a ser yo menos que ella.

lunes, 7 de febrero de 2011

De nuevo imaginando








Esta tarde se me fue la imaginación a lugares más cálidos que mi realidad actual.

Por alguna razón estaba a tu lado recostada sobre tu pecho en un sofá que no existe mientras hablábamos de nuestro día. Tú me contabas y yo susurraba. Tu mano paseaba por mi pelo relajándome y llevándome a un sopor del que sólo me podía sacar tus caricias, tus dedos presos del deseo.

Sin fuerzas apenas para moverme fuiste tu quien lo hiciste para acomodarte y quedarte más cerca de mí .Tus pechos se insinuaban sin querer ante mis ojos que luchaban por abrirse.
No había Tv, no había gente ni bar , estábamos solas. No había reloj ni cuco, no había llamadas, ni móviles ni fijos. No había números que marcar, ninguna voz gritaba. El silencio llamaba nuestras voces mientras me acunaba tu respiración y nos acompañaba una luz tenue de un salón que también me inventé.

Imaginé entonces que me quedaba dormida así, en esa postura tan cómoda mientras tu calor me abrigaba, me envolvía. Así pasé hoy mis once horas de trabajo a un grado de temperatura.

Ahora me queda irme a la cama y quizás sueñe que imagine eso y más. Restan 6 horas para ello, aunque es verdad que siempre me queda la imaginación sino llega ese sueño.