"Posiblemente este hombre es absurdo. Sin embargo es menos absurdo que el rey, que el vanidoso, que el hombre de negocios y que el bebedor. Al menos, su trabajo tiene un sentido. Cuando enciende su farol, es como si hiciera nacer una estrella más, o una flor. Cuando apaga su farol, se duermen la flor o la estrella. Es una ocupación muy linda. Es verdaderamente útil porque es linda."
Antoine de Saint-Exupéry


lunes, 25 de febrero de 2013

Aniversario.









Hace exactamente dos años, a estas horas, estaba tomando un taxi. Pensaba que llegaría tarde a esas 17:00 hrs en las que habíamos quedado para conocernos en el centro de Madrid.

Cosas de la vida que había quedado a comer con una amiga y nos pusimos a ver una película. El miedo a llegar tarde  hizo que levantara la mano y me metiera en ese taxi. Eso sí, sin perder el ramo de tulipanes rojos que por casualidad me encontré en la calle  y compré para ti como otra señal.

Pocos minutos antes de la hora llegué  con unos pocos metros  para verte sin que me vieras, lo siento, de formación profesional. Allí estabas, de pie, mirando, buscando, sin saber que yo te miraba. Me acerqué lentamente con la reseña que te había dado, busca  algo rojo. Y ese rojo lo llevaba en mis manos.

Sonreíste, me acuerdo. Sonreí y te besé. Por impulso, por deseo, por necesidad.

El resto de esa tarde-noche fue un té en un lugar nuevo, tuyo y mío, mientras rozábamos  nuestros brazos, mientras las palabras fluían. Paseos por el centro, una cerveza y luego alguna tapa descubriéndonos.

La noche nos sorprendió y tuvimos que separarnos. Creo que ambas sabíamos que sería de las pocas veces que iba a ocurrir. También confieso que creo que ambas sabíamos que no era nuestro tiempo, y quizás, sólo quizás, tampoco nuestro momento. Decidimos probar para cambiar el tiempo y el lugar.

Y funcionó. Cambiamos ambos  y hoy compartimos tiempo, espacio y vida.

Hoy en nuestra casa  hay dos tulipanes amarillos  florecidos y nueve que están a punto, a la espera de saber cuál es el color que deciden  regalarnos.  Esta tarde, hace dos años, te vi esa primera vez y decidí que quería  recorrer este camino a tu lado. Me agradó saber que tú pensabas lo mismo.

Sí, hace dos años que nos vimos, nos conocimos personalmente  y emprendimos de la mano esto de andar  juntas con todo lo que conlleva.
Cosas de la vida, cosas del tiempo, cosas de las  dos. Feliz aniversario y gracias por seguir teniendo mi mano entre las tuyas. Te amo.



domingo, 10 de febrero de 2013

Febrearius




Me gusta  el mes de Febrero.

No sé si es porque es mi cumpleaños y cae uno más, o porque este mes es cortito de días. Eso que de vez en cuando tenga 29 días y otros 28 me resulta gracioso. Es más, este mes es gracioso de por sí.

Normalmente hace un frío del carajo   aunque la primavera esté a la vuelta de la esquina, a la vuelta de  un mes y poco claro. Hoy por ejemplo vi las primeras flores en un pequeño  almendro  al lado de la carretera cuando venía de la oficina y no puede menos que sonreír. Hay que ver cómo se las apaña porque el frío sigue y estos días anuncian nieve.

Normalmente este mes de Febrero se celebra el Carnaval, otra época bien chistosa donde las chirigotas, coros y comparsas desgranan al más pintao allá cerca de la Caleta, en el barrio de la Viña de Cádiz.

Incluso  en este cortito mes  comienzan a salir los tulipanes de colores que planté hace un mes ,y que miro todos los días  intentando adivinar qué colores tendrán.

A veces creo que Febrero no debería estar porque parece que sobra  en el conjunto del año. No puedes meterlo en el acertijo  ese de los días de 30 y 31 días de los nudillos y cuando te dicen que es bisiesto te paras a pensar cómo es posible que cada cuatro años le nazca otro día más. El famoso 29. 
Me atrevo a predecir que todos hemos pensado en los que han nacido este 29 famoso del bisiesto y su cumpleaños de a cuatro.

Otras veces pienso que debería haber un Febrero cada tres meses con el mismo nombre teniendo en cuenta el significado  de su nombre en latín: limpiarse. Para eso los romanos lo dedicaban a Plutón, el dios del inframundo (ahí es nada señores).

En estos días del presente se  podaban los árboles, se limpiaba a fondo los establos y el campo. Y no tiene nada que ver con  una de las divinidades etruscas del infierno , Februus.

Entonces pues, celebremos las  Februales y agradezcamos a Februalis , (que significa la que purifica), que otro  mes de Febrero estemos aquí y por ejemplo,  esta que escribe ,cumpla un año más.

Por cierto,  a título informativo,  Februalis es uno de los sobrenombres de Juno, esposa de Júpiter, que a su vez es la Hera de los griegos,  cuyo nombre significa “la Señora”, la gran diosa del Olimpo.

Pues eso, Febrero para purificarse y limpiarse señoras. Todo  muy femenino; me gusta, me gusta Febrero.