"Posiblemente este hombre es absurdo. Sin embargo es menos absurdo que el rey, que el vanidoso, que el hombre de negocios y que el bebedor. Al menos, su trabajo tiene un sentido. Cuando enciende su farol, es como si hiciera nacer una estrella más, o una flor. Cuando apaga su farol, se duermen la flor o la estrella. Es una ocupación muy linda. Es verdaderamente útil porque es linda."
Antoine de Saint-Exupéry


martes, 26 de julio de 2011

Cuestión de edad


Primera cuestión: me siento joven y fresca como un cogollito de lechuga.

No entiendo el por qué desde hace poco tiempo se empeña la gente en intentar en añadir años a los que tengo o en su defecto insinuar que no pertenezco a las cosas de hoy.

Veamos: tengo una compañera de trabajo de 21 años con la que a veces hablo de cosas varias.

Cuando le cuento que la ropa se lavaba en el río, que antes no había baños en muchas casa de pueblo y se visitaba la cuadra me dice que eso era en los años 50 y 60 mientras me mira las manos (anda que no me lo pasaba bien lavando con las amigas que carajo).

Si añado cosas como que los pañales no eran desechables y se limpiaban a mano grita un ¡qué asco!.

Si hablamos de música me pone en el móvil canciones que desconozco a pesar que presumir que me encanta y de saber bastante sobre el tema( y sé). Eso sí, no le hables de Piaf porque cree que es un taco.

Tras una de estas conversaciones decidí callarme el resto de cosas que viví, que disfruté porque comprendí que nunca entendería, que no estaba dispuesta a salir de su mundo para imaginar escasamente 35 años.

Sí, también tuve 21 años y escuché lo que había pasado anteriormente. Me fui de fiesta y empalmé con la oficina (ni pensarlo hoy en día). Me comía el mundo inconscientemente y me atraganté muchas veces. Hoy me lo sigo comiendo eligiendo el trozo que quiero y qué bien me sienta coño!

Cuando tenía 21 escuchaba que los 40 era una de las mejores edades para una mujer porque se conoce una mucho mejor, porque ya ha vivido. Me quedaban entonces tan lejos!

Hoy faltan sólo unos meses para cumplirlos y no los cambio por los 21 .Me quedo con lo que hice yo en esa edad, me quedo con Piaf y cientos más de aquella época, de la anterior y de la posterior. Con mi madre locutora de radio descubriéndome toda aquella música de los 50, 60 y 70 que nunca he olvidado.

Me quedo con los recuerdos que me hacen apreciar las comodidades que tengo hoy en día. A veces canto un bolero o una ranchera dependiendo del día; bailo con los Beatles o los Rolling y añado a Lady Gaga.

Me quedo con la tele en UHF, con Verano Azul y mis Juegos Geyper- Con la Play y mi juego de Zelda. A veces veo 2 rombos en la esquina derecha de mi Tv –

Mis meriendas de pan y chocolate, de pan con vino y azúcar. La manzana en el bolsillo y un bote de Cola-Cao con una negrita en la etiqueta. Con mi botella de Emilio Moro en cenas en casa con amigos.

Mi MP4 y las cintas de aquellos años que me resisto a tirar por mucho que mi madre lo intente. Con la movida de los 80 y el pelo “cardado”. Disfruto una noche en la disco con música de ahora-Echo de menos la parte de los lentos. Chupa de cuero y laca.Guardapolvos para quien los recuerde.

Cuestión definitiva: me quedo con mi vida, con mis años vividos y los muchos que me quedan por disfrutar. Que se quede con sus 21 que yo disfruto de mis 39 largos como buen cogollo.

Nota: Imagen tomada de la galería de Silvia Luquez.

4 comentarios:

  1. Lo que somos es lo que hemos vivido. A los 21 también pensaba que lo de atrás era atroz, pero ahora, ya en esa "mejor edad de las mujeres" pienso en la suerte que tuve y que he tenido de vivir mi vida, de todo lo que tú dices y más cosas.
    Unir la experiencia pasada con lo que vives ahora, es tan enriquecedor que a veces asusta, apabulla, pero no lo cambiaría por nada.
    Una vez leí que los jóvenes creen que le mundo empieza con ellos y los viejos que con ellos acaba. No estoy ni en un bando ni en otro y no creo que ninguno tenga razón. Me quedo con lo que tuve, con lo que tengo y con lo que el futuro me depare. Eso es la vida, un constante fluir.
    Un beso, Guardiana y feliz entrada en los 40 por adelantado :).

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  2. Pero qué bueno Faro...!
    Gracias por regalarme esta gustosísima sonrisa que ahora mismo llevo puesta.

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  3. Gracias Belisker por entender estas cosas de la nueva generación y que tanto bien nos hacen-No te preocupes que pongo tarta de cumpleaños cuando llegue

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  4. Mi querido Principito: todo un honor recibir no sólo estas palabras sino todo lo que llevan detrás.
    Intentaré regalar más de esas sonrisas porque significa que las tengo y me sobran para compartir y regalar.

    Gracias por pasarte una vez más por este faro renovado, gracias por recordarme los instrumentos para mantenerlo así de bonito.

    Gracias, en fin, por estar. Te quiero Principito, mi querido Principito

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