"Posiblemente este hombre es absurdo. Sin embargo es menos absurdo que el rey, que el vanidoso, que el hombre de negocios y que el bebedor. Al menos, su trabajo tiene un sentido. Cuando enciende su farol, es como si hiciera nacer una estrella más, o una flor. Cuando apaga su farol, se duermen la flor o la estrella. Es una ocupación muy linda. Es verdaderamente útil porque es linda."
Antoine de Saint-Exupéry


lunes, 1 de noviembre de 2010

Noche entre brujas



Pasadas las doce de la noche, vela encendida, cigarro en el cenicero consumiéndose, música de Queen por ejemplo. Cenicienta dejó su calabaza en la puerta del Faro y ahora se concentra en un teclado lleno de trucos y tratos.

Meigas y almas pululan alrededor de mi luz intentando taparla, algún sapo se escapa del conjuro de una queimada demasiado quemada sin alcohol que suba a la cabeza.

70º grados de orujo en la noche son demasiados aunque se quemen en un fuego que incita a limpiar cada rincón donde se esconden los fantasmas vestidos de diferentes maneras y que sonríen pensando en el próximo susto que darme.

Soy de las que pasaban por el cementerio de mi pueblo volando en mi bici por las noches al regresar casa, la que ha visto chispas entre tumbas rezando al más allá que nunca he visto. Inventaros otro truco que ese ya me lo sé. Cuidado conmigo, aún no caí aunque de señales de ello.

Por mi Faro pasan unos y otros con mensajes del otro lado del charco, con otras costumbres, pidiendo cosas que ya no tengo, otros con imposibles que piden milagros para el Farolero que lo intenta todo. Sigo siendo aquella que piensa que esta noche salen a la calle aquellos a los que se le invoca: hoy y todas las noches.

Te sigo esperando, fantasma que te empeñas en esconderte como esta madrugada, en figura de calabaza, con tu sonrisa sarcástica y tu cigarrillo en la boca .Hoy no caí por muchos trucos que intentaste, por mucho que te disfrazaras de amiga del alma, de prima traidora, de tahúr con cartas marcadas, de amor lejano en horas de necesidad.

Esta noche me quedé con el mejor truco sin pedirlo, entre tinieblas y esquivando meigas, bruxas y sapos me quedé erguida mirando el mar oscuro esperándote .Hoy sigo siendo el Farolero con mil centellas entre los dedos, hoy continúo escribiendo por mucha tormenta que haya fuera.

Los siento, esta noche me quedé conmigo misma aunque te empeñes en ponerme mil trampas, pese a que busques trescientas estratagemas, a pesar de tus ciento y una artimañas.

Es lo que hay, ven a buscarme otra noche hechizada si te atreves.

Si quieres. Si te dejo .



Nota: Imagen tomada prestada de la página "todohumor".Gracias

7 comentarios:

  1. Original manera de ver esta noche de difuntos...espero que pasaras feliz halloween en tu compañía( con quién mejor)

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  2. A mi, guardiana, esta noche ha venido a visitarme un ángel, supongo que esta también será su noche, ¿no?.
    Hacia tiempo que no lo hacia y como siempre desde que me visita me traía una rosa blanca y una bonita sonrisa, que esta vez se le borro rápido ya que le he tenido que decir que lo que me pide ya no esta en mis manos hacerlo.
    Después de esto, si que tuve que agarrar bien a la cama, con fuerza porque los fantasmas también quisieron hacerme una visita, y esos si que me querían llevar….
    Ya vesss, movidita la noche de Halloween

    Un saludo.

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  3. Original manera, diría yo, de espantar los fantasmas. Bonita manera de pasar la noche con una misma y como puedo ver, movidita para algunos/as.Es lo que tienen esta noche y otras noches.Un saludo

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  4. Jajajaja... no se me había ocurrido que la calabaza de Cenicienta, se hubiera podido convertir en una noche de halloween...
    Serían los fantasmas?

    Nosotros aquí, celebramos una castañada, con boniatos, panellets y vino dulce!

    Un saludo, Guardiana.

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  5. Parece ser Felicitat que mis calabazas son multiusos... espero hayas disfrutado de esa noche. Un abrazo

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  6. Interesante forma de pasar una noche como la del pasado 1 de noviembre. Por mi tierra también salieron fantasmas, intentaron entrar en casa, pero no lo consiguieron y pasamos una agradable velada, frente a una copa de vino y con mil palabras que impregnaron el aire hasta casi el amanecer. Y, de regalo, tu escrito que, como siempre, me impresiona.
    Besos,

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  7. Hermosa manera de pasar esa noche y otras noches Belisker, me gusta

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