"Posiblemente este hombre es absurdo. Sin embargo es menos absurdo que el rey, que el vanidoso, que el hombre de negocios y que el bebedor. Al menos, su trabajo tiene un sentido. Cuando enciende su farol, es como si hiciera nacer una estrella más, o una flor. Cuando apaga su farol, se duermen la flor o la estrella. Es una ocupación muy linda. Es verdaderamente útil porque es linda."
Antoine de Saint-Exupéry


sábado, 4 de julio de 2009

1+1=1



Nunca he sido buena en matemáticas, soy de letras, e incluso, algunas veces, estas se me rebelan. No quiero echarle la culpa a esta anécdota en mi vida, pues se empeña una en hacer juegos malabares con números que a veces desafían hasta la mejor ecuación de Premio Nóbel.

Lástima que aún no se haya creado un galardón en el que se premie este tesón para que sea el número correcto , quizás este sea un buen momento para organizarlo no?. Aunque adelanto que yo no sería candidata, ya no.

Me dijeron que uno más uno era siempre dos, y yo he descubierto a base de borrar en unas cuantas ocasiones, que muchas veces la consecuencia es uno. Un simple número pero el más importante, pues se trata de una misma, de tu propio yo. (en ese momento dejamos de ser un número sin valor)

Mientras ejercemos de científicos nos obstinamos en que la otra persona forme parte de nuestra vida como si fuera un seno acoplado al mismo pecho. Sin embargo se me olvidó que la proporcionalidad de la que habla el teorema, no es tal. Carece de ella. No hay relación de dos si no existe proporción en las partes. No si uno da más, y se recibe menos. No si la balanza cae peligrosamente en la parte del negativo.

Entre teoremas pasé por la hipotenusa recordando a Pitágoras y hasta el nombre se me antoja extraño al repetirlo tres veces. Imposible. Hasta los sabios en este tema (habrá doctos en esto del amor?), dicen que algo pasa con la hipotenusa ya que no tienen la misma pendiente como a primera vista se podría deducir. En consecuencia, el otro número no es tal, por lo que de nuevo, no me sale el 2 deseado tras la suma uno más uno.

Si hubiera repasado mis libros, hubiera sabido de antemano que la hipotenusa no era un triángulo a primera vista y se convierte en cuadrilátero donde cada una está en una esquina con sus guantes preparados para el siguiente combate.

Cuántos factores existen en el mundo no matemático para que se cumpla mi titulo? Cuantas veces borramos la pizarra porque no nos gusta el resultado para intentarlo de nuevo?
Me pregunto si sacamos de dentro un Einstein imaginario y escondido visto lo visto.

Se nos acaba la tiza y aún así, mantenemos esa terquedad para realizar muchas más operaciones en las que el resultado siempre es el mismo. Son relaciones "matemáticas" en las que un vector no cuadra, y el otro se gasta el sueldo en cajas de tizas, ya de colores, para seguir haciendo experimentos.

Si toda ciencia es parte de lógica, dónde se perdió la nuestra cuando no salen las cuentas? Necesitando geometría y espacio se acabaron las tizas y quemé el encerado hasta que el último logaritmo salió de mi vida.

Hay que comenzar por el álgebra elemental, la simple, para que el resultado sea el 2, un número racional y real, nada de complejos e infinitos. Ni siquiera primos. Menos aún el 3, por Dios, qué despropósito!!!

En cualquier caso, no hay que ser un gran matemático para saber, que muchas veces, la suma de uno más uno, no es dos. Por mucho que se nos antoje. Borrón y cuenta nueva.

Deduzco que en el próximo examen de matemáticas sacaré mejor nota.

1 comentario:

  1. Sí, hay que estar loco para seguir con esas operaciones. Supongo que no deja de ser las matemáticas del amor.

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